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viernes, 16 de octubre de 2009

¿Existe el amor en verdad?







¿Existe el amor en verdad?

En los anales de la historia y la prehistoria el ser humano se ha hecho la anterior pregunta tan repetidas veces que ya poco espacio queda para añadir o inventar una nueva respuesta. Durante toda la existencia de nuestra especie ha habido un cierto número de interrogantes que ha sabido plasmar las épocas, alterar las conciencias, profanar lo sagrado, innovar durante el caos, en fin, en simples palabras dichas interrogantes han logrado “cambiar el rumbo de la humanidad”. Nuestra pregunta de hoy (la que da título al texto) es una interrogante que posee las necesarias características para moldear el destino de la humanidad, como en lo anterior se explicó.


En mi humilde opinión, y estoy seguro de que en éste mundo la mayoría me acompaña (no se sabe bien por cuánto tiempo), soy del tipo de persona que enteramente y sin lugar a dudas piensa que el amor en verdad si existe, piensa que todo lo puede y piensa que todo lo resuelve. Para mí, un soñador empedernido, el amor es la verdadera constante universal, más allá del tiempo, la gravedad, el espacio, el dinero, o el placer, que sin lugar a dudas tendrán sus importantes hordas de seguidores-defensores.

El amor es la cuestión más complicada que jamás existirá en el universo, es un elemento racional-irracional, al mismo tiempo es un juego y una batalla, y para colmo de males (o bienes) resulta que también a veces es un momento o un lugar. Según los hombres de ciencia, los cuales siempre se dejan la piel por simplificarlo todo, el amor se puede definir de la siguiente manera:

amor.

(Del lat. amor, -ōris).

1. m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.

3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.

Fuente: Diccionario de la lengua de la Real Academia Española

Vamos a tomar ese viejo proverbio de quién sabe qué lugar que nos dice “chamo, si está en el diccionario es porque existe, o porque se puede decir” y partamos de una vez en la conclusión de que el AMOR SI EXISTE.

Ahora, la pregunta no es simplemente si existe, sino que se le agrega un cuasi-tramposo “…existe de verdad?”. No vamos a perder el tiempo mi ávido lector en reflexionar sobre lo que es la verdad, ni sobre lo que es la realidad, puesto que no tenemos el suficiente tiempo para como para lograr una respuesta que sea al mismo tiempo: concreta, concisa y satisfactoria para usted, para mí y para el resto de la humanidad, por lo tanto asociaremos este “…si existe de verdad?” con otra interrogante que fácilmente puede ser “¿Cómo demostramos el amor?”

Le parecerá amigo que estamos haciendo un salto loco del amor a la guerra que son obviamente dos conceptos antagónicos, pero créame que será de utilidad explorar este punto. Sin duda la mayoría de la gente es consciente de que la Guerra en verdad si existe y sus horrores son demostrables e irrefutables, aunque la misma historia quiera decirnos lo contrario, pero bueno, tampoco ahondaremos sobre la naturaleza de la guerra porque ocurriría lo mismo que con la “verdad” y “la realidad”, simplemente no hay suficientes Gigabytes y tampoco suficientes minutos como para terminar eso en vida, volvamos al tema central. En el mundo está sumamente demostrado que los seres humanos gastan enormes cantidades de tiempo y dinero en hacer la guerra, ya sea comprando armas, o entrenando militares, o cualquier cosa bélica que requiera de los anteriores recursos. Al final del día (o del mes, o del año) cuando se sacan las cuentas francamente nos impresionamos con el gasto bélico de muchas naciones, pero si por otro lado sacáramos la misma cuenta con el amor, nos quedaríamos más sorprendidos aún, si usted cree que hacer la guerra es costoso, hacer el amor es mucho más costoso. ¿Qué quiero decir con lo anterior?, que si sacáramos la cuenta de todas las: entradas al cine, cenas románticas, regalos de novios, detalles de enamorados, habitaciones de hoteles, cajas de bombones, serenatas, joyas, automóviles, así como de cualquier cosa que se compre con el fin último de hacer el amor, nos daremos cuenta de que efectivamente (y sin calculadora cerca) hacer el amor sale más costoso que hacer la guerra. Paradójicamente hacer que la gente sea más consciente sobre el amor que sobre la guerra, es mucho más costoso que los anteriores mencionados gastos…¡JUNTOS!

A todas estas, ¿Cómo sabemos si el amor en verdad no existe?, si no se puede ver, ni se puede tocar, ni se puede oler, ni se puede degustar. Lo increíble del amor es que se manifiesta de manera supra sensorial, a la vez no se puede percibir directamente con los sentidos, y al mismo tiempo se lo puede percibir con todos ellos. El amor es una cosa tan, pero tan grande que uno puede llegar a vivir por amor, y por otro lado puede llegar a matar por amor, o incluso a morir, el amor es muy polifacético, se aparece en infinidad de presentaciones, no se compra ni se vende, no se busca pero se encuentra, desgraciadamente (o afortunadamente) no tiene reglas pero tiene excepciones, en fin, el amor es la suma de todo con un resultado mucho más valioso que la suma de sus partes (parece un trabalenguas pero tiene sentido).

Inclusive cuando se llega a un determinado punto de reflexión sobre el amor y sus dificultades es muy fácil ver que todo es tan rápido y tan simple que tratar de descifrar los misterios de éste es simplemente una manera de dejar de disfrutarlo. Por eso la pregunta inicial del texto sólo tiene la respuesta que tú mismo quieras darle, así no más, sin complicaciones. El amor existe por la misma razón que tú existes, ya que si te pones a pensar existes gracias a él, por eso dicen que “Dios es amor” y seguro no se equivocan en eso, por eso deja a veces de pensar tanto y dedícate a amar, ya que por lo menos para mí Descartes se equivocó, “Pienso, luego existo” debería ser “AMO, pienso y luego es que existo”. Gracias.


Gráfico tomado sin permiso de http://images.paraorkut.com/img/pics/glitters/h/heart_with_stars-1834.gif

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