De más está decir que la Universidad Bicentenaria de Aragua tiene problemas, de más está también decir, que hay mucha gente apática y que a veces me invade una sensación de desesperanza al sentir que estudio y convivo con una cuerda de personas conformistas y mediocres, sí, sobre todo mediocres.
Pero no en toda granja los animales van al matadero, ¿Porqué digo toda esta incoherencia?, ya les explico mis queridos aliados y aliadas. En éstos últimos días de tensión, temor y temeridad, se han producido unos hecho inéditos en la historia reciente de ésta casa de estudios. Parece que dentro de esa apatía e inconsciencia colectiva ha surgido algo más, ha surgido una cosa al parecer pequeña, al parecer insignificante para algunos todavía, pero ha surgido sin ningún tipo de duda un sentimiento de pertenencia para con la Universidad. Y eso, ya es algo muy grande.
Todo comenzó (para quien no sabe, o no se haya enterado), a causa de una situación dada la semana pasada dentro de las instalaciones de la Universidad, yo no voy a juzgar si esos hechos fueron verdaderos o falsos, porque hasta todavía se plantea una fuerte hipótesis sobre la veracidad de los hechos de inseguridad que ocurrieron en la universidad (para quien no sepa todavía, el miércoles 12 de noviembre, se produjeron hechos de violencia al parecer porque se efectuaron unos robos a mano armada dentro de las aulas de clase y dentro de las instalaciones de la universidad), pero lo que es indudable, lo que es verosímil y tangible, fue la reacción que produjo en el estudiantado. El hecho de uno pensar que te podían apuntar con un arma, o que incluso tu vida podría correr peligro sólo por el hecho de estar en la Universidad, fue la gota que derramó el vaso para más de uno. Esa sensación de impotencia fue la que el día lunes en la mañana activó el deseo de superación de más de un alumno y al mismo tiempo fue el detonante de su protesta, la cual en todo momento fue cívica y pacífica, cabe destacar.
Quizás la manifestación del lunes en la UBA en la mañana no se pueda comparar a una gran manifestación universitaria como se dan en las grandes universidades públicas de nuestro país, quizás no fuimos una masa de gente imponente y apoteósica como para llenar primeras páginas de periódicos y pantallas de televisión, pero sin lugar a dudas fuimos un grupo de manifestantes que algo quisimos hacer, que algo quisimos cambiar, sin que ningún "líder" politiquero viniese a como quien dice "a calentarnos la oreja".
Lo más positivo de esa manifestación fue que todas las personas preocupadas por la universidad tuvimos la oportunidad de vernos las caras, de conocer gente nueva, de derrocar a viejos dinosaurios como a José Caricote Alias "La Eterna Promesa", también Alias "El Tarifado" y Alias "La Señora de Guarisma", lo cual constituyó un gran avance y un decisivo paso en ese largo camino que todos buscamos que tiene como único y principal objetivo el de defender realmente nuestros intereses como estudiantes frente a las autoridades e instancias de la Universidad.
Seguramente los verdaderos héroes de dicha protesta, son los que NO salen en las cámaras, ni los que se sientan delante de escritorios. Los verdaderos héroes de este pequeño pero importantísimo paso son los silenciosos alumnos que no tienen más nada que sus ganas de trabajar y progresar, y no los politiqueros de oficio que poseen un extraño don de "capacidad de des-convocatoria", porque toda la jornada de protesta estuvo muy bien hasta que ellos hablaron para explicarnos su "proyecto".
Sé que quizás no estoy siendo lo suficientemente concreto con ustedes mis queridos aliados, sé que quizás estoy dejando muchos detalles sin dar, y muchos cabos sin atar, lo que pasa con éste proceso que puede desembocar en algo realmente significativo, es que hay que vivirlo para entenderlo, la emoción me invade, hasta inclusive me llena de ansiedad... vamos a dejar éste tema hasta aquí por hoy, y a lo largo de la semana según se vayan desarrollando los acontecimientos, seguiré publicando. Mientras tanto los dejo con una frase que escuché durante la protesta que me dejó mucho en que pensar, esa frase la dijo un estudiante que no conozco ni tuve la oportunidad de conocer ese día, la frase decía así: "Hoy, puede ser un gran día".
Gracias, gracias, gracias.
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