En el mundo de fútbol, muchos suelen ser los días gloriosos, así como suelen haber días penosos, días indiferentes, días especiales y días escandalosos, pero pocas veces en la vida, ha habido en el Fútbol días tan horribles como el que a continuación voy a recordar.
Todo empezó en Chururú (Estado Táchira, Venezuela), donde en dicha localidad sobre un improvisado campo de fútbol se efectuaba un encuentro de dicho deporte, de repente, sin previo aviso, un grupo de autos llenos de sujetos armados irrumpieron en la escena, provocando terror y desconcierto a todos los presentes.
Se dirigieron hacia el árbitro, y le pidieron la lista de nombres de los jugadores del equipo "Los Maniceros", integrado por ciudadanos Colombianos prácticamente, los enfilaron, los formaron y se los llevaron, fue ahí donde éste macabro partido comenzó.
Oficialmente, todavía no se sabe quien pudo haber sido el responsable o los responsables de tan terrorífico hecho, porque sí, ese hecho fue cometido sin lugar a duda por unos Terroristas, pero todo apunta a que la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional) es la responsable de tan miserable situación. Para quienes tenemos memoria histórica, y sobretodo memoria reciente, se nos viene a la cabeza casi que inmediatamente esa locución de Chacumbele (Hugo Rafael Chávez Frías), en la Asamblea Nacional pidiendo a determinados gobiernos que retirasen de sus listas de organizaciones terroristas a la guerrilla de las FARC, y les otorgaran el título de fuerzas beligerantes. Yo sé que los más incautos e imbéciles dirán "Las FARC y el ELN, no son lo mismo", eso es cierto, no son lo mismo, sus integrantes son diferentes, sus objetivos diferentes, su concepción de la vida diferente, pero sus acciones son las mismas. También otros dirán "Eso que sucedió no es culpa de Chávez", eso también es verdad, Chávez no organizó ese secuestro, ni lo mandó a ejecutar, pero su gobierno si tiene culpa al saber de que nuestras fronteras están plagadas de guerrilleros paramilitares, y sencillamente deciden ignorar el problema, inclusive hasta han llegado a acoger en el mismo Palacio de Miraflores a representantes de las FARC, y tratan a ese cáncer que son los secuestros y extorisiones de esos guerrilleros, como si se tratase de una ONG que llevara a la gente a un Picnic en contra de su voluntad, como si de un chiste se tratase.
Los acontecimientos de ese 11 de octubre pasado, hacen reflexionar sobre nuestra seguridad ciudadana hasta al más escéptico de Venezuela sobre el tema, te hace pensar en una aterradora interrogante "¿Está pasando ésto de verdad?", y en muchas otras mas, que si enumerásemos tardaríamos mucho más tiempo del que tenemos permitido gastar mi querido aliado o aliada. Recordemos a nuestra Ofensora del Pueblo Gabriela Ramírez, diciendo a los medios nacionales que la inseguridad más que un hecho es "una sensación", esa declaración hay que enmarcarla en la "Antología del descaro" y en la nueva sección de la "Antología de la adulación", Ciudadana Ofensora, recuerde que el pueblo al que usted "representa", tiene cerebro, pero en fin, no vamos a esparcirnos en la política, volvamos a nuestro tema.
Hoy, 24 de octubre, 13 días después de aquel fatídico momento, es que se terminó el segundo tiempo de ese partido de la vida, fueron encontrado 10 cadáveres, en un sector de la jungla del táchira, los cuales fueron identificados como los futbolistas del equipo "Los Maniceros", es horrible, pero es verdad, aquí al parecer no hubo prórroga, ni mucho menos penaltis, aquí se terminó un partido que no se volverá a jugar jamás.
Es verdad, el fútbol es a veces sólo un juego, el problema es que aquí en este ex-paraíso llamado Venezuela, un juego puede resultar ser mortal. Lo peor de todo es que seguramente ninguno de esos criminales pagará, espero que exista la "justicia divina".
Paz a los restos de los jugadores fallecidos, y a todas las víctimas por violencia en Venezuela, Prohibido Olvidar.
Gracias, gracias, gracias.
Gráfico tomado sin permiso de:
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