Los sueños constituyen uno de los misterios más maravillosos de la mente humana, con ellos, podemos sentir, podemos vivir y podemos aspirar cosas que la vida cotidiana no es capaz de proporcionarnos. Muchos definen a los sueños como una trampa del subconsciente, o del inconsciente, otros los definen como una consecuencia de la actividad fisiológica, otros más cursis lo definen como el "llanto del corazón hecho ilusión", puede que alguna de esas definiciones anteriores sean pura basura, pero no por eso dejan de tener su razón de ser, su significado y su valor.
Siempre he pensado que los seres humanos nunca estamos conformes ni claros con respecto a lo que a nosotros mismos nos conviene, a lo que necesitamos y mucho menos estamos ni estaremos conforme con respecto a lo que queremos.
Partiendo de ese anterior punto, ¿Qué importancia tienen los sueños?, bueno, la verdad los sueños para algunos no tienen ninguna importancia más que fisiológica, obviamente yo no me considero ese tipo de personas, para mí, los sueños son importantes, la verdad muy importantes.
En su estado natural, o mejor dicho en su estado positivo, los sueños conforman un verdadero reflejo de lo que en verdad nuestro ser quiere y necesita, y en algunos casos muy específicos eso también resulta ser lo que nos conviene. Parecerá loco, pero no, tiene muchísimo sentido. Por esa anterior razón uno se topa con tantas personas en el mundo que se desviven por cumplir sus sueños, ya que éstos son la carta de navegación, la hoja de ruta, o la guía turística más fiable hacia la felicidad.
Los sueños también son un agradable "sourvenir", estos proporcionan a veces recuerdos tan nítidos que tener un agradable sueño puede ser sinónimo muchas veces de tener un agradable día. Nuestra mente juega a veces con nosotros, bueno, más que jugar me imagino yo que esa idílica ilusión que a veces proporcionan los sueños son parte de un mecanismo de defensa emocional y psíquica tan complejo que ni siquiera los más estudiosos de la psicología se han atrevido a definirlo. Claro, yo puedo estar errado en éste particular punto de vista, ya que entonces si los sueños son un mecanismo de defensa mental en ese aspecto, ¿Donde dejamos a las pesadillas?, que vienen siendo los sueños en su aspecto negativo.
Las pesadillas tienen un efecto totalmente contrario al de los sueños, materializan en nuestra mente todas aquellas situaciones que se nos antojan desagradables, nuestros peores temores, nuestras incomodidades, entre tantas otras cosas. Las pesadillas pueden ser provocadas de tantas maneras que me parece que no puede uno afirmar que exista una fuente canónica de ellas, éstas pueden formarse de maneras tan diversas que puede un pequeño roce en el día con una persona transformarse en pesadilla, así como también puede formarse una pesadilla por un hecho tan irrelevante como comer algo "pesado" antes de ir a dormir, así que es demasiado difícil definir de dónde vienen las pesadillas, por lo tanto no ahondaremos mucho en ello mi querido aliado o aliada.
Pero, ¿Será que los sueños y pesadillas funcionan como una especie de recompensa-castigo por nuestros actos conscientes?, mire mi querido aliado o aliada, de verdad hasta ahí no lo sé, pero tengo una corazonada que me dice que por ahí va el tiro. Si uno tiene la conciencia tranquila seguramente tendrá dulces sueños, así como cuando uno está enamorado, ahora, si tu vida es una seguidilla de conflictos provocados por ti mismo, no te esperes que tu subconsciente te vaya a premiar con unas bellas imágenes oníricas, y si te premia en ese caso, muy afortunado o afortunada te debes considerar.
Pero como todas las cosas en la vida, todo en exceso es malo. Los sueños en exceso son perjudiciales, ya que uno no puede vivir encadenado a los sueños, hay veces, tristes veces en las cuales hay que renunciar a ellos para poder seguir creciendo, para poder progresar, para poder ser feliz (Aunque suene contradictorio con el tema que llevamos hoy), desgraciadamente no todos los sueños se pueden cumplir, inclusive, son muy pero muy pocos los que llegan a cumplirse, aunque eso no debe ser de ninguna manera motivo para no querer vivir intentando lograrlos y conquistarlos, créanme la recompensa es mucho mejor a lo soñado.
¿A dónde quiero llegar con toda ésta paja?, seguramente algo parecido estarás pensando. Bueno, quiero llegar al punto de concienciarte de que los sueños no deben ser tomados nunca a la ligera, una persona sin sueños es una persona perdida, una persona víctima de Morfeo. Ahora, también hay muchos casos en los cuales hay personas que tienen un descanso natural tan pero tan profundo que soñar se les hace muy difícil, o por lo menos se les hace difícil recordar lo que sueñan, mientras ese no sea tu caso, no subestimes nunca el poder de los sueños, dentro de tu propia mente están las claves tanto del éxito como la de la felicidad, encontrarlas es tarea tuya. Y si las pesadillas te agobian, y no te dejan dormir, me despido aconsejándote que no hay nada que un buen vaso de Brandy (o mas) y portarse bien no puedan arreglar.
Gracias, gracias, gracias.
Gráfico tomado sin permiso de:
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